El puente de los deseos de San Vicente de la Barquera
San Vicente de la Barquera es el protagonista de nuestro post de hoy. Uno de los pueblos costeros más conocidos de nuestra Cantabria infinita. Su patrimonio, sus magníficas playas y su entorno bajo el abrigo de los Picos de Europa, hacen de esta villa uno de los destinos favoritos de nuestros visitantes y amigos, en nuestra región. Pero además, San Vicente de la Barquera puede convertirse en el lugar en que tus deseos se hagan realidad. ¿Quieres descubrir cómo? En este post te lo contamos.
San Vicente de la Barquera es una de nuestras villas marineras más insignes y uno de los destinos vacacionales más conocidos de nuestra región. De hecho, sus magníficas playas entre las que destacan Merón, Tostadero y Oyambre como las más emblemáticas y conocidas, pero no las únicas, son perfectas para el descanso frente al Mar. Son ideales para la práctica del surf, y tienen una amplitud que hacen que puedas dar largos paseos, jugar a las palas o descansar, sin que nadie te moleste, razón por la cual son los arenales más visitados de nuestra región en el periodo estival.
Como buena villa marinera, no podemos olvidarnos de su puerto de pescadores. De hecho, dicen que su cofradía de pescadores es de las más antiguas del país, ¡ni más ni menos que del siglo XII!
Por esta villa, cuyo patrimonio monumental ha sido declarado como Conjunto Histórico Artístico, pasa el Camino de Santiago del Norte, y se inicia el Camino Lebaniego. La Iglesia de Santa María de los Angeles, es uno de los símbolos de su casco antiguo, y punto de partida de los 72 kilómetros que los peregrinos deben recorrer hasta llegar al Monasterio de Santo Toribio, y poder pasar la puerta del perdón y besar el Lignum Crucis.
Muy cerca de la Iglesia de Santa María de Los Angeles se encuentra el Castillo del Rey, otra de las paradas obligadas de San Vicente y uno de los mejores ejemplos de arquitectura defensiva de la región. Fue construido en el año 1210, tras la concesión de fuero a la villa de San Vicente de la Barquera por Alfonso VIII. Actualmente, cuenta con una interesante exposición permanente sobre la historia y naturaleza de San Vicente, con piezas y documentos históricos de la villa. Otras de las muestras esenciales del patrimonio de la villa son el santuario de la Barquera, patrona de la villa, el palacio de la familia Corro, el convento de San Luis, la muralla o el puente de la Maza. Este último, junto con el de la Barquera delimitan la villa. El de la Maza es posiblemente el más icónico, y el hilo conductor de nuestro post de hoy.
Hay puentes que tienen su nombre, pero a los que el ideario popular adscribe otro que, en no pocas ocasiones, sirve para referirse a dicha construcción. Es lo que le ocurre al puente de la Maza, que te hace adentrarte en San Vicente de la Barquera y el que, en el camino de vuelta, te lleva a las playas o al camping. A sus pies incluso surgió una nueva playa, llamada, elocuentemente, la de Los Vagos. Es conocido como el puente de los deseos ya que dice la leyenda que si se cruza conteniendo la respiración a la vez que se pide un deseo, éste se cumple. Hace años, cuando la autovía no existía, el tráfico atravesaba San Vicente, lo que hacía que este puente se colapsara por los camiones que convertían las colas kilométricas en notica nacional. De ahí posiblemente naciera la leyenda que decía que si conseguías pasar el puente sin respirar se te cumplían los deseos. Y algunos se cumplieron, damos fe. Su construcción supuso un cambio radical para las comunicaciones de toda la comarca, además de alterar para siempre la morfología urbana de San Vicente de la Barquera.
Pero esa no es la única leyenda vinculada al Puente de la Maza. Construido entre los siglos XV y XVI por orden de los Reyes Católicos, donde anteriormente había otro puente de madera del siglo VI D.C., tiene una longitud de 500 metros que es sustentada por 28 arcos de medio punto, aunque llegó a tener un total de 32. ¿Cómo es eso posible, os preguntaréis?. Pues según la leyenda local, el puente fue construido con la ayuda de un pacto diabólico. Según el relato, cada noche desaparecía una parte de lo que se construía durante el día, hasta que un maestro cantero pactó con el diablo. A cambio, el maligno exigía el alma del primero que cruzara el puente, una vez terminado.
En su momento, fue catalogado como una de las obras más impresionantes de la ingeniería naval, dado que comunica con San Vicente de la Barquera a lo largo y ancho de la ría de San Vicente. Además, desde este puente se pueden contemplar unas vistas privilegiadas de la ría. Incluso, durante las fiestas de San Vicente, desde este puente se lanza el castillo de fuegos artificiales que decora el cielo y ofrece imágenes dignas de ser disfrutadas.
¿Qué os ha parecido este paseo por San Vicente de la Barquera? ¿Las conocíais? Y tú, ¿has probado a aguantar la respiración al pasar el Puente de la Maza? ¿Se cumplió tu deseo? Tanto si se cumplió como no, cuéntanoslo, que estaremos encantados de oír vuestras curiosidades en nuestras redes sociales de Facebook, X e Instagram con el #ComparteCantabria. ¡Explora, descubre y comparte con nosotros las maravillas de esta tierra infinita!.
San Vicente de la Barquera, en Cantabria, apetece.