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Un menú cántabro para empezar el otoño

Hoy damos la bienvenida al otoño en este blog en el que queremos acercarte algunas de las maravillas de nuestra tierra. Y que mejor forma que hacerlo con una de nuestras señas de identidad, nuestra gastronomía. Cualquier época del año es buena para degustar los deliciosos platos cántabros. Pero hoy, queremos acercarte la gastronomía típica del otoño. ¿Nos acompañas?.

Y es que el otoño es el momento perfecto para hablar de gastronomía en Cantabria, ya que los platos de esta estación, no tienen competencia, el único problema es que la amplia variedad nos dificultará la elección. Para hacértelo más fácil y llevar un pedacito de Cantabria a tu casa, hoy elaboraremos un delicioso menú cántabro de otoño para ti. El menú tendrá un aperitivo, plato principal y postre. Elegir solo tres platos para este menú no ha sido tarea fácil, ya que eso nos obliga a dejarnos por el camino otros muchos platos deliciosos y perfectos para esta estación. Por eso, a la vez que os mostramos nuestro menú, os enseñaremos otras posibles opciones o combinaciones para que podáis elaborar vuestro menú cántabro de otoño como más os guste.

Dado que cualquiera de las elecciones de este menú otoñal van a resultar bastante contundentes, te proponemos un plan ideal. Antes de comer, a primera hora de la mañana, cálzate unas botas de montaña y en compañía de tu familia y amigos ve a recolectar castañas a los múltiples montes y bosques de la región, Además de un plan perfecto para hacer con todos los miembros de la familia, y del disfrute de la naturaleza, puede convertirse en el postre ideal de nuestro menú: unas magníficas castañas asadas.

Pero antes de salir a andar y a recolectar nuestras castañas, deberemos diseñar nuestro menú, el que prepararemos, bien a la vuelta de nuestro paseo en la naturaleza, o bien el día anterior para dejarlo reposar. ¿Te apetece? Pues vamos a ello.

Para abrir boca, comenzaremos con una tapa elaborada a base de anchoa de Santoña. Lo cierto es que las anchoas de Santoña son tan extraordinarias, que es suficiente con abrir la lata o el bote que las contiene, derramar en un bonito plato el aceite, colocar las anchoas y listos para disfrutar.

Pero te vamos a dar otra opción, por si además de las anchoas quieres degustar los extraordinarios tomates de Galizano. Se trata de una tosta con queso, mermelada de tomate y anchoas. Untamos con queso las tostas, en este caso mejor un queso suave, como la denominación de origen de nata de Cantabria. Ponemos encima un par de anchoas de Santoña, y sobre éstas un poco de mermelada, en esta ocasión de tomate de Galizano. La mezcla de la anchoa con el dulce es espectacular.

Una vez hemos abierto boca, vamos con el plato fuerte de nuestro menú otoñal. Con el comienzo del frío son muchos los platos de cuchara que podemos incluir en nuestro menú. Empezaríamos con cualquiera de las legumbres que se dan en nuestra huerta, desde nuestros famosos caricos, hasta las inconfundibles alubias, y si se elaboran en una magnifica olla ferroviaria, aún mejor. La verdad es que las posibilidades son muchas; Alubias con almejas, Caricos con chorizo y morcilla, alubias rojas estofadas, y un largo etcétera.  Pero lo cierto es que si algo caracteriza esta época y nuestra tierra son cualquiera de nuestros famosísimos cocidos, el lebaniego o el montañés. El lebaniego es típico de la comarca que lleva su nombre y el montañés se conocía originalmente se conocía como olla podrida o potaje, y se cree que su origen se remonta al siglo XVII.

Hoy hemos decidido que sea el cocido montañés nuestro plato principal, pero cualquiera de los dos son perfectos para esta época del año. Este cocido tiene la particularidad de que se sirve todos los ingredientes juntos, no se separa el caldo a diferencia del lebaniego. Se hace con alubias y con berza, mientras que el lebaniego se hace con garbanzos y repollo. Entre sus ingredientes encuentras morcilla, chorizo, morcilla, panceta, pimentón u oreja de cerdo. Para su elaboración hay que dejar las alubias a remojo la noche anterior. Poner a calentar agua en un puchero, cuando hierva echar en él las alubias y cocer a fuego lento, junto al tocino. A medida que vayan cociendo, agregar agua cuando sea necesario y dejar que el caldo espese. Añadir la costilla y la oreja de cerdo a mitad de la cocción. Cocer la berza aparte y agregarle la panceta, la morcilla y el chorizo. Preparar el sofrito con el aceite, la cebolla picada, el ajo y pimentón dulce, y rectificar de sal si fuera necesario. Posteriormente echar el sofrito sobre la berza, servir las alubias muy calientes con la berza, el chorizo y las morcillas.Y listos para degustar un plato perfecto para el otoño.

Tras el aperitivo de anchoas y el cocido, solo nos queda elegir el postre. Como os hemos dicho al principio, una opción perfecta e idónea para la época del año serían las castañas al horno, muy fáciles de preparar y deliciosas. Pero hoy nosotros queríamos hacer un menú cántabro de otoño y ese menú nos obliga a terminar con una buena quesada de los Valles Pasiegos. Con la quesada, y dependiendo de vuestro lugar de procedencia, tenéis dos opciones, compararla ya elaborada, o arriesgaros a intentarlo en casa. Para los más valientes, la receta es la siguiente. Ingredientes: 500 gr de leche cuajada, 4 huevos, 100 gr de mantequilla fundida (a temperatura ambiente), 100 gr de harina, 250 gramos de azúcar, Ralladura de limón y Canela en polvo. Elaboración: En un cuenco se baten los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla blanquecina. Añadimos la mantequilla fundida a temperatura ambiente y mezclamos. A continuación se agrega la ralladura de medio limón y una cucharadita de canela. Mezclamos. Se incorpora la leche cuajada y lo vamos mezclando poco a poco hasta conseguir una masa homogénea.Poco a poco, vamos añadiendo la harina tamizada y mezclamos bien intentando no dejar grumos de harina. Vertemos la crema resultante en un molde engrasado y amplio (la quesada es baja) y horneamos durante unos 30 minutos a 180º. Dejamos enfriar por completo antes de consumir.

No podemos menos que tras una comida de estas características, y si además tenemos una chimenea junto a la que disfrutar de una sobremesa perfecta con amigos o familia, terminar con un orujo lebaniego en cualquiera de sus acepciones, o un magnífico té del puerto. Cualquiera de estos dos “digestivos” serán el culmen perfecto a nuestra delicios menu otoñal cántabro.

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¿Qué os ha parecido nuestro menú de hoy? ¿Os animáis a elaborarlo? Si es así compartidlo con nosotros en nuestras redes sociales, FacebookTwitter e Instagram con el #ComparteCantabria. Ven a disfrutar en Cantabria, sin ir más lejos

 

01/10/2020Sin categoría6 min

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