Eudald Carbonell destaca la “excepcionalidad” del Parque de la Naturaleza de Cabárceno para avanzar en la investigación de la evolución humana

 

El director del IPHES y codirector de Atapuerca firma un convenio de colaboración  con el parque cántabro para realizar experimentaciones tafonómicas.

El Parque de la Naturaleza de la Cabárceno colabora en un  proyecto de investigación arqueológica que desarrolla el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), cuyo objeto es conocer e interpretar los conjuntos prehistóricos, arqueológicos y paleontológicos.

El director del IPHES y codirector de los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca, Eudald Carbonell, ha visitado esta mañana el  parque cántabro, donde después de firmar un convenio de colaboración entre Cabárceno y el centro catalán, ha podido comprobar la marcha de los trabajos experimentales que se desarrollan.

 

El convenio permite generar un marco para la realización de trabajos de experimentación en el parque así como colaboraciones bilaterales entre una y otra institución.

 

Carbonell, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, ha estado acompañado por el director de Cabárceno, Carlos Recio, y el jefe de veterinarios, Santiago Borragán, además del equipo de arqueólogos encargado de la investigación, dirigido por Edgar Camarós.

 

Los investigadores del IPHES junto a otros del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC) ya desarrollan trabajos experimentales en el parque desde el año 2011. Los resultados de dichas investigaciones han sido publicados en revistas como ‘Journal of Archaelogical Science’ o ‘Antiquity’ y presentados recientemente en una conferencia en la Universidad de Cambridge.

Los experimentos han demostrado un alto potencial para el estudio de la evolución humana, ya que hasta el momento han contribuido al entendimiento de que los neandertales eran humanos complejos que podrían haber enterrado a sus muertos y que posteriormente habrían sido desenterrados por los grandes carnívoros que habrían borrado las evidencias de este comportamiento moderno.

La firma del convenio permitirá continuar con las investigaciones en Cabárceno y seguir contestando preguntas sobre la evolución humana.

 

“Cabárceno es un entorno excepcional para realizar experimentaciones tafonómicas ya que cuenta con una gran selección de especies que viven en un estado de semi-libertad en recintos que reproducen su hábitat original”, ha subrayado Eudald Carbonell.

 

En concreto, el prestigioso arqueólogo y paleontólogo ha podido comprobar el experimento realizado en el recinto de osos del parque cántabro, donde conviven unos 79 ejemplares.

Este experimento consiste en comprobar cómo estos animales responden al descubrimiento de los restos de una hoguera, que simula las que hacían nuestros antepasados.

Con esta información, los investigadores pueden contar con más datos y dar un paso más allá de las interpretaciones para tener una lectura sobre loas modificaciones producidas por diferentes agentes sobre los restos óseos y líticos que permiten obtener criterios diagnósticos que puedan ser aplicados a los materiales de yacimientos arqueológicos y paleontológicos.

 

Visita a La Garma

 

Después de la firma, Carbonell visitará esta tarde el yacimiento de La Garma (Omoño) junto a su director, Pablo Arias, y otros investigadores. En esta cueva, podrá ver que aplicaciones arqueológicas tienen los experimentos que se están desarrollando en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno ya que La Garna es uno de los yacimientos en los que Marián Cueto (IIIPC) y Edgard Camarós (IPHES) estudian en el marco del proyecto que dirigen titulado  ‘Desarrollo de nuevas tecnologías aplicadas al estudio del comportamiento neandertal a través de la interacción homínidos-carnívoros’.