El grupo vocal africano ‘Deba’ protagonista del próximo concierto del ciclo ‘Caminos que nos unen’

Organizado por Cultura con la colaboración de la fundación 'La Caixa' y el Obispado de Santander, se celebrará el sábado 8 en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes

El grupo vocal africano ‘Deba’ será el protagonista del próximo concierto del ciclo ‘Caminos que nos unen’. Organizado por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, con la colaboración de la fundación ‘La Caixa’ y el Obispado de Santander, se celebrará el sábado 8 en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes.

Deba es un grupo de 13 mujeres de la isla de Mayotte, cerca de Mozambique. El nombre del grupo también hace referencia a las canciones y danzas ceremoniales interpretadas exclusivamente por mujeres y niñas. Ha llevado su arte a escenarios internacionales, participando en festivales como el Gent Festival (Bélgica), World Sacred Spirit Festival Konya, Festival Sacrées Journées de Strasbourg, Voix de Femmes Liège, World Sufi Spirit Festival en Nagaur y Jodhpur (India), Festival Musiques Sacrées de Perpignan, y muchos otros.

El programa que interpretarán este sábado será un recorrido por la música y la danza ceremonial y mística de su isla de origen. En el archipiélago de Mayotte, situado en el océano Índico al sureste de África, se encuentra arraigada una expresión musical única: el «debaa».

Este género encapsula una parte muy significativa de la esencia de su cultura y tradición. Tiene gran similitud con el sufismo, tanto en cánticos como en música y se caracteriza por sus percusiones y danzas muy simples pero elegantes. La espiritualidad y la conexión con las prácticas islámicas son elementos clave en esta expresión artísticas.

Se entonan en momentos significativos, como el peregrinaje de regreso de La Meca o durante rituales en Ramadán, y también en momentos festivos.  Los Deba se cantan en árabe y se basan en rituales místicos sufíes. Estas canciones se escuchan en diferentes lugares del archipiélago.

El baile que acompaña es vibrante pero elegante. Vestidas con hermosos vestidos, las mujeres se balancean lentamente al ritmo de los tambores tocados con las manos. Un solista comienza, el coro responde, con profundidades sobre asuntos terrenales y espirituales.