Iglesia de Santa Marina

Posee dos puertas, la principal en la fachada oeste, con arco apuntado y dos arquivoltas apoyadas en cimacios lisos, y otra en el muro sur similar a la anterior pero con una sola arquivolta. En las fachadas sur y oeste del edificio hay un pórtico barroco que sirvió de base a una torre de planta cuadrada en el hastial. A lo largo del muro exterior hay gran número de contrafuertes prismáticos que dan un aspecto macizo a la iglesia. Tiene varias ventanas entre las que destacan, por su originalidad, las rectangulares y estrechas divididas por un parteluz y con un óculo encima. Aunque en origen los ábsides eran de menor altura que las naves, en la actualidad todo el edificio ha sido elevado a la misma altura, habiendo quedado la cornisa con los canecillos colgados en el muro. En el interior, la división entre las dos naves se hace mediante pilares a los que se adosan columnas. Las bóvedas son de crucería. La escultura monumental es tosca, ingenua y popular, realizada con talla rehundida e incisa. Los temas más comunes son las cabezas humanas, los animales y los geométricos. En una hornacina situada en la nave del evangelio hay una escultura gótica en piedra de Santa Marina, de finales del siglo XV.