Si quieres dormir, ven a Cantabria

¿No puedes dormir por el calor? Tres valles en el Norte de España para dormir a pierna suelta este verano: Valle del Asón, Valles Pasiegos y Valle de Liébana. Mientras toda España se derrite de calor, en Cantabria aún quedan tres lugares donde se respira aire fresco.

Valle del Asón

Los valles del Asón, Soba y Ruesga, situados en el interior oriental de Cantabria, han experimentado en los últimos años un gran auge del turismo rural y los deportes de aventura.

Esta zona, muy conocida por la pesca de río (cotos salmoneros) y por sus numerosas cuevas donde practicar la espeleología, ya que cuenta con algunas de las galerías más largas de Europa, está todavía por descubrir.

Uno de los mayores atractivos de la zona es el contacto con la naturaleza: los bosques de encinas (los mejor conservados de Cantabria) y hayas son perfectos para dar largos paseos y dormir a su abrigo estos días de intenso calor.

Parada obligada en el ascenso al valle es el mirador que se encuentra junto a la carretera y que ofrece las mejores vistas del nacimiento del río Asón.

Otra de las visitas que no te puedes perder en  la zona es el Centro de Interpretación de los Collados . Ubicado en la Gándara de Soba,  hace un recorrido por la historia y las gentes que habitaron y habitan este valle.

 

Valles Pasiegos

En estos valles poblados desde tiempos inmemoriales e intrincados entre sí los pastizales se pierden tras las lomas de las montañas cuyas gentes, de carácter reservado, han trabajado practicando la trashumancia.

Sus pobladores son conocidos como pasiegos y sus construcciones, las cabañas pasiegas, son el alojamiento perfecto para refugiarse del calor en los meses estivales y disfrutar junto a los más pequeños de la naturaleza.

Los conjuntos arquitectónicos de Vega de Pas y Esles son sin lugar a dudas visita obligada en el recorrido por el valle.

Al inicio del recorrido por los Valles Pasiegos encontramos Puente Viesgo, que con sus cuatro cuevas llenas de pinturas rupestres y declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2008 te dejará sin palabras. 

Y con ganas de más te quedaras cuando te alojes en su balneario de aguas medicinales y pruebes sus circuitos y tratamientos en un lugar llamado al descanso.

Liérganes,  declarado de interés histórico-artístico nacional, excepcionalmente conservado y restaurando es muestra de la arquitectura clasicista de los siglos XVII y XVIII, fruto del auge económico que la fábrica de artillería instalada en esta población facilitó.

 

Valle de Liébana

Rodeado de las altas montañas del Parque Nacional de los Picos de Europa  y siendo Reserva Nacional de Caza, es destino favorito de los amantes del turismo rural y la naturaleza. Refugio del oso pardo, del urogallo, de corzos, rebecos o jabalíes así como de numerosas aves, predominan en este valle los bosques de roble, encina y haya entre los que discurren numerosos senderos que invitan a dar largos paseos alejados del fuerte calor.

Lugar de peregrinación, por este valle discurren el camino de Santiago y el Camino Lebaniego, que culmina en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, donde se halla el Lignum Crucis, el mayor trozo de la Cruz de Cristo que se conserva. Son también cita obligada la iglesia mozárabe de Lebeña, del siglo X, y el monasterio románico de Piasca, correspondiente al siglo XI.

 

 

 

Del Teleférico de Fuente Dé a  los Puertos de Áliva

Y si lo que buscas es desconectar del todo (perder la cobertura) súbete en el Teleférico de Fuente Dé y toma la ruta que te llevará hasta el hotel refugio de Áliva, un alojamiento en pleno corazón de los Picos de Europa, un lugar donde el silencio y las estrellas serán tu única compañía.

¿Dónde alojarse en Liébana?

 

Este verano #NosVemosenCantabria