Diez razones para la humanidad
Hoy en nuestro afán de mostraros las maravillas de nuestra Cantabria Infinita vamos a mostraros diez razones para la humanidad. Pero, ¿a qué nos referimos con ese título, os preguntaréis? Pues hablamos de uno de los valores más importes y conocidos de nuestra región es lo que esconde en su interior, la mayor densidad de cuevas con arte rupestre del mundo, más de 70 con pinturas en sus paredes.
De todas esas cuevas, 10 han sido declaradas, nada menos que Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Todo un orgullo, que convierte a Cantabria en la región por excelencia para visitar arte rupestre y la razón del título de nuestro post de hoy. Encabezadas por Altamira, considerada la capilla sixtina del arte rupestre, estas cavidades son el símbolo universal de esta valiosa herencia paleolítica. Muchas de estas cuevas son visitables para el turista y ese patrimonio de aquellas primeras mentes creativas, son un plan perfecto para disfrutar, solo, en familia, con amigos, en pareja o cuando tu quieras. ¿Te animas a recorrerlas con nosotros? Pues vamos a ello.
Como os hemos dicho Altamira es la seña de identidad, la más conocida en todo el mundo de todas estas cavidades. Pero además de sus famosos bisontes tenemosotras 9 cuevas que la acompañan en la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Estas son El Castillo, Monedas, Chimeneas, Hornos de la Peña, Covalanas, El Pendo, Chufin, La Garma y La Pasiega. ¿Las recorremos juntos? Pues vamos allá.
Altamira, es nuestra primera parada. Conocida como la capilla sixtina del arte rupestre, se encuentra en Santillana del Mar, uno de los pueblos más bonitos de Cantabria, según la asociación de pueblos más bonitos de España. Altamira es una de las cuevas rupestres en Cantabria con representaciones artísticas más importantes de la prehistoria en el mundo. Debido a su conservación, la cueva original solo puede visitarse con unas condiciones muy estrictas. Pero para que todo el mundo pueda conocer su historia, se construyó un museo en con una réplica exacta de las cavidades: la neocueva de Altamira.
De Altamira nos vamos a Puente Viesgo, en plenos Valles Pasiegos, en concreto al Monte Castillo. Este monte contiene en su interior cuatro cuevas con arte prehistórico El Castillo, Monedas, Chimeneas y La Pasiega.
El Castillo fue excavado a principios del s .XX, escribiendo la primera página de la Prehistoria en España y el primer capítulo en Europa. En el vestíbulo se conserva un potente yacimiento de hábitat que incluye ocupaciones desde el Paleolítico Inferior (unos 120.000 años) hasta la Edad del Cobre (6.000 años), uno de los registros crono-culturales de la Prehistoria más importantes del mundo. El conjunto rupestre de su interior está constituido por manos, bisontes, ciervos, caballos y símbolos de enigmático significado, entre otros. Destaca por su gran variedad de técnicas, temas y estilos. Aplicados todos ellos, durante más de 25.000 años, lo que permitió establecer la primera secuencia temporal del arte paleolítico en España, vigente hasta los años 60 del siglo pasado.
Seguimos en Monte castillo y llegamos a las Monedas. Hace 12.000 años los últimos cazadores-recolectores que poblaron la Cornisa cantábrica dibujaron en una pequeña sala y con carbón, los últimos animales de clima frío que habitaron esta región antes de su extinción. A través de su recorrido interior te sorprenderá por el verdadero tesoro geológico que contiene la cueva, constituido por espectaculares formaciones calcáreas.
La Pasiega, es nuestra siguiente parada, es la cueva con mayor número de representaciones de toda la Península Ibérica llegando a albergar un total aproximado de 916, (dato apabullante, ¿no os parece?). Esta cueva se descubrió por casualidad, esta vez en una campaña de excavación en la cueva del Castillo en el año 1911, pero no es visitable actualmente por razones de conservación de su valioso patrimonio interior.
Nuestra última cueva de Monte Castillo es La Cueva de Las Chimeneas fue descubierta, en 1953, por un equipo de que estaba realizando la carretera de acceso a las cuevas de El Castillo y La Pasiega. Tiene varios paneles de grabados en la zona próxima al vestíbulo primitivo, con algunos animales y motivos no figurativos. Más al interior aparece un gran panel y figuras aisladas. El conjunto de pinturas negras se sitúa en el fondo de una sala, y en las pequeñas galerías contiguas aparecen representados animales y signos cuadrangulares. Esta cueva no es visitable en la actualidad por cuestiones de conservación.
Una vez visitadas las cuevas de Puente Viesgo nos trasladamos hasta Ramales de la Victoria, a la cueva de Covalanas. Su ubicación excepcional, y sus vistas desde la entrada a todo el valle son un aliciente más para visitar la conocida como la cueva de las ciervas rojas. Las ciervas, el uro y un caballo representado son de gran realismo y belleza, al estar dotadas de movimiento. Fueron realizadas hace 25.000 años y representan las manifestaciones más antiguas de este arte puntillista que consiste en aplicar el colorante sobre las paredes con el dedo o con un tampón. La visita se desarrolla por un estrecho corredor que permite observar las pinturas a escasa distancia. El estado de conservación de las pinturas es excepcional, llegándose a observar las marcas dactilares del artista.
El Pendo es nuestra siguiente parada, donde encontraremos pinturas realizadas con la misma técnica que en Covalanas. Ubicada en Camargo, el paseo por un bosque lleno de ejemplares arbóreos autóctonos, un incentivo más para la visita a la cueva. Es una cavidad de dimensiones monumentales, con un importantísimo yacimiento arqueológico y unas espectaculares pinturas rupestres. Prehistoriadores como Marcelino Sanz de Sautuola (descubridor de las pinturas de Altamira), excavaron la cueva, encontrando numerosos útiles en hueso y asta. Pero no fue hasta 1997, que se descubrieron las pinturas rupestres, perfectamente visibles desde el lugar de ocupación. Su ubicación es intencionada y para ello tuvieron que realizar, atención que hablamos de hace 25.000 años, un andamio de unos seis metros de altura. De estas pinturas destacan sus ciervas rojas de gran expresividad escénica y un caballo, situado en medio de la composición.
Seguimos nuestro recorrido y nos vamos hasta la cueva de Hornos de la Peña, en San Felices de Buelna, conocida por sus grabados rupestres. Su vestíbulo fue lugar de habitación para los últimos grupos de Neandertales que poblaron el Norte peninsular y los primeros Homo Sapiens que habitaron Cantabria. En la actualidad esta cueva se pude visitar, pero en grupos muy reducidos, dada la capacidad del espacio interior.
La última cueva visitable de las declaradas Patrimonio de la Humanidad es Chufín. Ubicada en Riclones, La cueva del Moro Chufín debe su nombre a este personaje que según cuentan las gentes del lugar, ocultó un tesoro en el interior de la misma. Aunque su verdadero tesoro son las pinturas rojas que decoran su techo elevado y los grabados exteriores, situados en el vestíbulo (algo poco frecuente en el arte rupestre del Norte peninsular).
Terminamos nuestro recorrido con una de las joyas de la corona, La Garma ubicada en la localidad de Omoño. Esta cueva sigue en periodo de investigación y excavación arqueológica, por lo que no es visitable al público general. Lo que sabemos hasta ahora es que hay un gran número de manifestaciones artísticas, tanto pinturas como grabados así como tres yacimientos con restos de distintas épocas. El valor de lo que han encontrado hasta el momento es de tal naturaleza que el que ha sido durante 40 años uno de los principales fabricantes de calzado de lujo, Stuart Weitzman, se ha convertido en mecenas de este yacimiento, y entre otras cuestiones ha realizado, la grabación de un vídeo realizado con las últimas tecnologías para que el mundo pueda conocer las maravillas que esconde esta gruta de tres pisos de acceso complicado.
¿A qué te apetece visitar nuestro patrimonio escondido? Un plan perfecto que puedes completar degustando la mejor gastronomía regional.
Si te animas a visitar alguna de las cuevas que permiten el acceso, no olvides reservar previamente en el teléfono 942 59 84 25, en la web cuevas.culturadecantabria.com.
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