Descubre seis lugares de leyenda en Cantabria

Hoy queremos que descubráis con nosotros, lugares únicos de nuestra región, gracias a sus leyendas. De su mano, no adentraremos en los Valles Pasiegos, conoceremos en Cabuérniga una fuente que, en realidad no lo es, descubriremos a que se debe el sonido de la cascada del Asón, sabremos que provocó la formación de la Horadada en la bahía santanderina, sabremos de donde nace el nombre de la Cueva de Chufín y conoceremos la curiosa historia de la mujer singular en Picos de Europa. ¿Nos acompañas?

Liérganes. Leyenda del Hombre Pez

El hombre pez de Liérganes, apodo de Francisco de la Vega Casar, es un ser legendario de la mitología de Cantabria que fue a nadar con unos amigos al Miera, entró en el agua y se fue nadando río abajo, hasta perderse de vista. El muchacho era excelente nadador por lo que sus compañeros no temieron por él hasta pasadas unas horas, cuando al ver que no regresaba, le dieron por ahogado.

Cinco años más tarde, a unos pescadores faenaban en la bahía de Cádiz, se les apareció un ser acuático extraño, con apariencia humana, pero con una cinta de escamas que le descendía de la garganta hasta el estómago, otra que le cubría todo el espinazo, y unas uñas gastadas. Lo llevaron al convento de San Francisco, donde, tras un tiempo, y gracias a que lo único que pronunciaba era Liérganes, descubrieron que era el chico desaparecido en Valles Pasiegos y lo llevaron de vuelta a su hogar.

Francisco volvió a su hogar y vivió tranquilo sin mostrar ningún interés por nada, aunque por su comportamiento se le tuvo siempre por loco, hasta que al cabo de nueve años, desapareció de nuevo en el mar sin que se supiera nunca más de él.

Ruente. Leyenda de La Fuentona

La Fuentona es una surgerencia natural de agua que brota al pie de una pared de roca caliza, al sur del pueblo de Ruente. Se caracterizada por manar variables caudales de forma intermitente, llegando a quedar totalmente seca por cortos espacios de tiempo de una forma no periódica. Lo destacable de esta fuente es que no es tal fuente, sino el nacimiento de un río.

Cuenta la leyenda que en el interior de la gruta vive una anjana, la cual sería la causante de que las aguas dejen de manar en la Fuentona. La anjana, es el hada buena y protectora de la mitología cántabra, que suele habitar en el bosque, teniendo preferencia por las fuentes y los manantiales.

Nacimiento del Asón. Las hermanas anjanas

Dos hermanas anjanas, son las protagonistas de esta leyenda que tiene lugar en una cueva en el nacimiento del río. Una tenía los cabellos de oro y la otra de plata. La de los cabellos de plata tenía un carácter tan alegre que no paraba de reír, risas que servían de comentarios, no siempre amables, entre los lugareños.

Cansada de las habladurías, una noche, mientras dormía su hermana, la llevó con un conjuro  hacia el nacimiento del río y la sumergió confundida con la roca. Pero como era de noche sin luna, no vió que la larga cabellera plateada quedaba flotando al aire. Desde aquella noche suena el rumor de la cascada mágica, que no es otra cosa que la anjana, que siempre ríe y ríe, y por cuya cabellera fluye la cascada.

Santander. Leyenda de la horadada

Emeterio y Celedonio, eran dos hermanos que servían en la Legión romana y gracias a su valor en el campo de batalla, se granjearon respeto y honores. Pero tuvieron un grave problema: eran cristianos, por lo que fueron obligados a renunciar a su fe, encerrados y Calahorra y condenados a muerte por degollamiento.

Cuenta la leyenda que cuando cortaron sus cabezas, éstas fueron arrojadas al río Ebro y tras un largo viaje en un barco de piedra por el mar Mediterráneo y océano Atlántico, llegaron a la  bahía de Santander golpeándose la barca de piedra con esta isla (la horadada), dándole la forma de arco que hoy persiste.

Sus restos fueron guardados en un monasterio fundado tras estos sucesos, que después sería la Abadía de los Cuerpos Santos y posteriormente la Catedral de Santander, donde desde entonces reposan y se les honra como Patronos de la ciudad.

Bejes. La osa de la Sierra de Andara

Cuenta la leyenda que en el pueblo lebaniego de Bejes, enclavado en los Picos de Europa y cuna de los famosos quesos, hace más o menos dos siglos habitó una mujer en las cuevas de La Hermida.

La leyenda habla de una mujer huidiza con el ser humano, de costumbres toscas y salvajes, pero a la vez capaz de criar y cuidar un rebaño de ovejas y rebecos que domesticaba desde su nacimiento. Su forma era de mujer, pero su cuerpo estaba cubierto de pelo, sus cabellos eran largos y morenos, sus manos ásperas y se cubría con un jubón.

Su historia, no muy usual junto con el miedo del ser humano, ha encontrado un hueco en la mitología de Cantabria.

Cueva de Chufín. Leyenda del Moro

Según cuenta una leyenda sobre la Cueva, un moro llamado Chufín, escondió un gran tesoro en el interior de la cueva. El tesoro nunca ha sido encontrado.

Sin embargo, quienes se aventuraron a entrar, hallaron otro tesoro mucho más valioso para la historia del hombre, las pinturas rojas que decoran su techo elevado y los grabados exteriores, situados en el vestíbulo, algo poco frecuente en el arte rupestre del Norte peninsular.

Su importancia fue reconocida en 2008 cuando fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.

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