Ten cuidado si es que estás cogiendo setas…

Porque no todas son comestibles. Los bosques de Cantabria esconden bajo sus árboles las más exquisitas variedades: pie azul, cantarelos, lepiotas, níscalos, champiñones y el apreciado boletus edulis, entre otros. Con la llegada del otoño y las incipientes lluvias, comienzan a surgir las primeras setas y hongos. Empresas de la región organizan salidas al bosque para recoger y cocinar los más exquisitos ejemplares.

En Cantabria, estos días, se organizan numerosas jornadas micológicas y salidas guiadas a los bosques de Soba, Valderredible y el Saja para recoger los mejores ejemplares. 

Además de su exquisito, peculiar, delicado e intenso sabor, su escaso aporte calórico, apenas 25 calorías por 100 gramos, las convierten el plato perfecto.

Los expertos recomiendan ser cautos y ante la duda, mejor no consumir. En Cantabria la Asociación Micológica Cántabra organiza, durante los meses de octubre y noviembre, diferentes actividades: salidas al campo, charlas y talleres donde ayudarán a quiénes se acerquen a sus instalaciones a clasificar los ejemplares recogidos.

Botas, una pequeña navaja (para cortar que no arrancar) y una cesta de mimbre es lo que necesitaremos para una jornada buscando setas.

 

Y por último, un consejo, se prudente y ante la duda corta solo un ejemplar y acude a las asociaciones micológicas, donde expertos te ayudarán a su identificación. Porque como bromeamos los aficionados a su recolección “todas las setas se pueden comer, aunque algunas solo una vez”!


26/10/2012Sin categoría1 min

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