Dos peregrinos caminan 1.200 kilómetros para llegar al monasterio de Santo Toribio, meta del proyecto benéfico Un Camino por Descubrir
Hace más de dos meses Andrea Martello y Adrián Pelayo decidieron hacer realidad un sueño: peregrinar desde Marbella hasta Santo Toribio de Liébana
Una peregrinación de 1.200 kilómetros a pie sin dinero ni comida. Así, el 30 de marzo salieron desde la playa de Nagüeles, en Marbella, hasta Santo Toribio de Liébana, tierra de origen de Pelayo. Como valor añadido, estos dos amigos de 28 años han querido realizar la ruta de peregrinación unida a un proyecto benéfico llamado Un Camino por Descubrir, cuyo objetivo ha sido cruzar a pie la península ibérica para concienciar durante su andadura sobre la importancia de preservar los entornos y parques naturales; en definitiva, el medio ambiente.
Así, a través de una campaña de crowdfunding, han querido recaudar fondos para invertir en educación medioambiental, que ayude a la conservación de los espacios naturales de España. No obstante, estos peregrinos se han convertido de manera espontánea en tutores medioambientales durante todo su periplo, ya que han retransmitido casi a diario en sus redes sociales todas sus experiencias en la naturaleza y las vivencias con habitantes de zonas rurales.
En su trayecto han recorrido zonas de España, que según han afirmado: No sabíamos que existían, ni tampoco éramos conscientes de la cantidad de gente que nos iba a tender la mano. No todo es lo que aparece en los telediarios, somos un gran país y hay gente buena, han concluido. Asimismo, han elogiado con especial mención Guadalupe (Cáceres), Cuevas del Valle (Ávila), y el monasterio de santo Toribio y Potes (Liébana), que, según han confesado, son sus dos lugares favoritos al tener el Parque Nacional de los Picos de Europa como estampa. Liébana es una tierra maravillosa y el Camino Lebaniego la peregrinación gourmet. Todo es verde y salvaje, muy auténtico, han recalcado los aventureros.
El Camino Lebaniego Castellano ha sido su ruta elegida para concluir esta nueva peregrinación entre Marbella y el santuario lebaniego. Ayer, como guinda, les ha recibido el presidente de Cantabria en funciones, Miguel Ángel Revilla, con el que han compartido anécdotas de su viaje muy ilusionados.
Ambos se pusieron en contacto con el presidente Revilla para recabar su apoyo mediante la difusión de la iniciativa en medios de comunicación y redes sociales, apoyo que se concretó en una reunión celebrada en la sede del Gobierno cántabro el pasado 4 de marzo.
Entonces, el jefe del Ejecutivo se comprometió también a recibirles a su llegada a Liébana, reencuentro que ha tenido como escenario la iglesia de Santa María de Piasca.
Hoy, después de más de dos meses de marcha, han sido nombrados cofrades de honor en Santo Toribio de Liébana. Durante su peregrinación han promocionado la ruta lebaniega y el monasterio como lugar santo de la cristiandad, santuario que alberga el Lignum Crucis. El acto se ha realizado antes de la misa del peregrino, en la explanada del cenobio, donde les esperaban familiares y amigos muy emocionados. En el evento, el presidente de la Cofradía de la Santísima Cruz, Javier Lombraña, les ha nombrado cofrades de honor y han posado con la lebaniega. Durante la misa del peregrino los jóvenes procedentes de Marbella han pronunciado unas palabras y han invitado a todos los asistentes a acompañarles a Potes para pasar una jornada de descanso y comunicación.