Cerca de 400 atletas tomarán parte, del 17 al 19 de octubre, en la III edición de la prueba ultra-rail `Desafío Cantabria’

Este circuito, que cuenta con el apoyo del Gobierno de Cantabria, tiene entre sus alicientes, además de la dureza y exigencia del mismo, un recorrido que combina a la perfección la práctica deportiva con la naturaleza.

`Desafío Cantabria’ es una carrera que discurre por escenarios naturales de extraordinaria belleza y que tiene la singularidad de unir el mar con la montaña, lo cual le confiere un carácter único en la región. La prueba se inicia en la medianoche del próximo viernes, desde el puerto deportivo de San Vicente de la Barquera, en el Parque Natural de Oyambre, y finaliza al día siguiente, en Espinama, en el Parque Nacional de los Picos de Europa, tras recorrer paisajes irrepetibles del litoral, y de la media y alta montaña.

En la presentación de esta edición, el director general de Deporte, Javier Soler, renovó el compromiso del Gobierno de Cantabria con el `Desafío’, y confió que se convierta en «referente» de este tipo de pruebas de deporte extremo a nivel nacional.

Destacó la importancia de la «colaboración» entre las administraciones, ya que en la organización participan ocho municipios (Val de San Vicente, Herrerías, Lamasón, Peñarrubia, Cillorigo de Liébana, Potes, Camaleño y el anfitrión San Vicente de la Barquera), que se unen para que esta prueba sea posible.

Soler se felicitó por la «implicación cada vez mayor» de la iniciativa privada para la organización de este tipo de eventos deportivos.

El alcalde de San Vicente de la Barquera, Julián Vélez, ha querido resaltar el «éxito» de este año, ya que se han cubierto los 250 dorsales disponibles para participar en la misma en «el tiempo récord de 20 minutos», lo que, a juicio del alcalde, es un ejemplo del «gran interés» que despierta esta convocatoria y de la madurez la prueba.

Asimismo, ha anunciado que este año, como novedad, se desarrollará en paralelo otra carrera nocturna más corta  que cubrirá los primeros 35 kilómetros que unen San Vicente de la Barquera y Cicera, y en la que ya hay apuntados más de 120 corredores. Este trayecto es menos técnico, y se quiere por parte de los organizadores que sirva como «prólogo» para que los deportistas se preparen para recorrer el circuito principal de 90 kilómetros.

Julian Vélez recordó que el diseño de este circuito transcurre por parte de los caminos de peregrinaje que llevan al Monasterio de Santo Toribio, «a través de unos parajes naturales únicos», concluyó.

Esta prueba no sólo combina la diversidad de los escenarios de su trazado, sino que también aúna distintos terrenos, que van creciendo en dificultad, desde lo senderos sencillos hasta las rampas rocosas de gran desnivel. Está diseñada para los corredores experimentados en este tipo de pruebas, que tendrán que afrontar el reto de superar 12.000 metros de desnivel a lo largo de 90 kilómetros. Es un ultra-trail muy duro, para hombres y mujeres que posean un gran nivel físico y técnico.