La celebración de Nuestra Señora del Carmen de San Vicente de la Barquera, declarada Fiesta de Interés Turístico de la Comunidad Autónoma

El Gobierno de Cantabria ha declarado la celebración de Nuestra Señora del Carmen, en San Vicente de la Barquera, como Fiesta de Interés Turístico de la Comunidad Autónoma. La orden de la declaración, firmada por el consejero de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio, Javier López Marcano, aparece publicada hoy en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC).  

Con esta distinción, el Ejecutivo reconoce el interés del evento desde un punto de vista cultural y turístico por su defensa de las tradiciones y su capacidad de convocatoria de participantes y visitantes.

López Marcano ha explicado que las fiestas populares de los pueblos de Cantabria “recuperan el pasado para reconocernos en el presente y contribuyen a generar un fuerte sentimiento de pertenencia y respeto a las tradiciones, heredado de generación en generación”. Asimismo, ha subrayado su poder de atracción de visitantes y su aportación a la promoción de los municipios de la comunidad como parte de su acervo cultural y etnográfico. 

La celebración de la fiesta Nuestra Señora del Carmen en San Vicente de la Barquera se suma a las manifestaciones de otros municipios cántabros que conmemoran esta festividad, especialmente los costeros. El día grande es el 16 de julio, cuando se rinde homenaje a la patrona del mar con una procesión desde el barrio de la Barquera seguida de una misa. Desde los días previos, se suceden las comidas populares, juegos, romerías y verbenas que animan el puerto de la villa barquereña.

San Vicente de la Barquera cuenta, de este modo, con tres Fiestas de Interés Turístico de la Comunidad Autónoma. A la del Carmen y El Mozucu, esta última reconocida esta misma semana junto a la Gran Fiesta del Sobao Pasiego y la Quesada, se suma La Folía.

Un total de 61 celebraciones en distintos puntos de Cantabria cuentan con la distinción de Fiesta de Interés Turístico de la Comunidad Autónoma. Dicha denominación se otorga a aquellas festividades que ofrecen interés real desde el punto de vista turístico y que son manifestaciones de valores culturales y de tradición popular, con atención a sus características etnológicas, teniendo especial consideración la antigüedad de la fiesta, su continuidad en el tiempo, originalidad y diversidad de actos.