Iglesia de planta rectangular con nave única con capillas laterales abiertas en arcadas sostenidas por pilastras, crucero con brazos cortos y ábside semicircular. Las bóvedas están decoradas con grutescos pintados. Tiene un pórtico monumental al que se accede por una gran escalinata, con grandes columnas de orden jónico. En el interior de la iglesia se conservan algunas obras de interés, como una talla gótica de la Virgen con Niño, este último portando una bola universal, de finales del siglo XIII un cuadro con la representación de Santa Lucía, obra de P. Ratier (pintor al que se atribuyeron a finales del siglo pasado los bisontes de Altamira), y una Virgen de las Victorias, talla de Bellver.