Descubierta a mediados del pasado siglo, ha sido objeto de distintas actuaciones arqueológicas, la última de las cuales (provocada por las afecciones de la cantera) supuso una excavación de urgencia desarrollada por el Museo Regional de Prehistoria, bajo la coordinación de E. Muñoz Fernández. Durante esta excavación fue posible documentar el yacimiento arqueológico, compuesto por hasta 5 grandes estratos paleolíticos. Además, en superficie y en una galería lateral, se han documentado restos de enterramientos de la Prehistoria Reciente, incluyendo fragmentos de cerámica campaniforme de la Edad del Cobre. La cavidad, reducida pero estratégicamente ubicada en una zona de paso natural entre relieves calizos, ha sido interpretada como un cazadero especializado, durante el Paleolítico, y como lugar funerario y votivo, durante la Prehistoria Reciente.
Estilo artístico |
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Acceso |
Se ubica junto a la carretera local Igollo Escobedo, en la cara oeste del conocido como cueto del ruso. |
Época |
La cavidad alberga un importante yacimiento, con niveles del Paleolítico Medio, Superior (Auriñaciense y Solutrense), y Prehistoria Reciente. |
Características |
Pequeña cavidad abierta en el centro de un limitado cueto calizo afectado por una cantera de áridos. La afección parcial que esta explotación minera produjo en la cavidad llevó a su paralización y a la incoación como B.I.C. del yacimiento.
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