Costa central

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Playas extraordinarias

 

Desde Miengo, al oeste de Santander, hasta Comillas se extiende la costa central de Cantabria. Su elenco de playas es soberbio y ello no solo por el elevado número de ellas, sino también por su extraordinaria calidad. Unas tienen un atractivo entorno rural como la de Usgo. Otras, como las de Cóbreces y Mogro, cuentan con buenos accesos y son tranquilas. Con entorno urbano y más frecuentadas en verano son las de Comillas y Suances. Todas, de arenas finas y doradas.

 

Gran riqueza histórica y monumental

 

Los núcleos de población, tanto los costeros como algunos del interior, son auténticos exponentes de la perfecta simbiosis entre la naturaleza y la creación del hombre, encerrando muchos de ellos una gran riqueza histórica y monumental.

Apenas unos kilómetros tierra adentro disfrutamos de Santillana del Mar, uno de los conjuntos urbanos (siglos XII al XVIII) mejor cuidados y conservados que hoy en día pueden contemplarse. Una simple mirada nos lleva sin dilación siglos atrás, cuando el marquesado de Santillana dominaba de forma hegemónica, y a su alrededor se fueron instituyendo noblezas e hidalguías, portadoras de ricos blasones fácilmente visibles en las fachadas de múltiples casonas. Sus calles medievales nos conducen irremediablemente hacia el foco artístico mas importante de Cantabria: la Colegiata románica de Santa Juliana y su magnífico claustro.

Altamira, no muy lejos de Santillana, conserva en las cuevas del mismo nombre las pinturas rupestres más importantes del arte cuaternario. Realizadas por hombres del paleolítico, tienen como motivos principales escenas de bisontes y ciervos.

Por su parte Comillas, a pesar de tener también un puerto pesquero, presenta un carácter eminentemente aristocrático, ligado al veraneo de los reyes de España en los pagos del Marqués de Comillas desde finales del siglo pasado. Destacan las edificaciones vinculadas al marquesado – el palacio de Sobrellano, el «Capricho de Gaudí»– y el casco antiguo de la villa, de los siglos XVII y XVIII.

Descubriendo la magia de la ermita de Santa Justa

Entre toda la belleza natural de Cantabria, y con todo lo que te imaginas a su alrededor, existe un rincón de ensueño que guarda siglos de historia en sus paredes: la Ermita de Santa Justa. Esta joya encajada en los acantilados de Ubiarco, no es solamente una iglesia, sino mucho más, ya que es testimonio de la historia y la devoción de las gentes de la zona.

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